El propósito de este espacio de interacción, es compartir la visión de la Discapacidad Intelectual como una condición relativa e interdependiente del contexto. Por mucho tiempo se denominó, o sería mejor decir, etiquetó, de variadas y crueles formas a las personas cuyas características no se ajustaban a la norma. Si bien es cierto, seguimos observando ésto, también debemos reconocer que se ha avanzado en el reconocimiento de sus potencialidades y de los beneficios que trae para todos una sociedad incluyente.
La Discapacidad Intelectual no es simplemente el reflejo de un funcionamiento intelectual bajo, o no exclusivamente. Tiene que ver con la forma cómo a pesar de él, se puede adecuar la persona al medio.
Ésta es, pues la invitación, descubrir que al valorar la Conducta Adaptativa de una persona con presunta Discapacidad Intelectual, se puede descartar un diagnóstico equívoco, y de no ser así, contar con información importante para favorecer las destrezas adaptativas que, en medida importante, permitirán que la persona pueda adecuarse.
viernes, 26 de junio de 2009
ABSTRAC
En este proyecto de innovación participan dos USAER del Estado de Hidalgo, que atienden a menores con Necesidades Educativas Especiales en el ámbito de la Educación Regular. Se parte de la definición de “Retraso Mental” propuesto en 2002 por la Asociación Americana de Retraso Mental (AARM) y se propone la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Evaluación de la Conducta Adaptativa con el Inventario para la Planificación de Servicios y la Programación Individual (ICAP).
jueves, 25 de junio de 2009
INTRODUCCIÓN
La Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER) es la instancia de Educación Especial encargada de apoyar el proceso de integración educativa de los alumnos que presentan Necesidades Educativas Especiales (NEE), prioritariamente aquellas asociadas con discapacidad y/o aptitudes sobresalientes, en las escuelas de educación regular.
Los apoyos que ofrece la USAER están dirigidos para dar respuesta a las NEE, prioritariamente las que se asocian con discapacidad y/o aptitudes sobresalientes, mediante el acompañamiento de la escuela en el desarrollo de escenarios en donde se eliminen las barreras para el aprendizaje y la participación de los alumnos, para favorecer su proceso de integración educativa.
El presente proyecto habrá de instrumentarse en las zonas 02 y 10 de Educación Especial del estado de Hidalgo, en un esfuerzo de crear escenarios dinámicos, flexibles e innovadores que den respuesta a las NEE’s de los alumnos beneficiados por USAER 01 de Pachuca y USAER 15 de Cd. Sahagún.
En conjunto, estas USAER, atienden (entre otros alumnos con diversa discapacidad) a 42 alumnos con presunta discapacidad intelectual en 8 escuelas y en dos turnos.
Diagnosticar a una persona con discapacidad intelectual fue durante muchos años una tarea que se basaba exclusivamente en las puntuaciones obtenidas en un test individual de inteligencia aplicado por un psicólogo. Pero desde la mitad del siglo pasado se comenzó a diferenciar la competencia social de los individuos de su competencia intelectual, siendo necesaria la evaluación de ambos aspectos para poder determinar con claridad la existencia o no de discapacidad intelectual y el grado en que ésta afecta a cada persona.
Las definiciones propuestas por la Asociación Americana de Retraso Mental (AAMR) a partir del año 1983, definieron a la conducta adaptativa como “la calidad de la ejecución diaria para afrontar demandas ambientales”, y los déficit de esa conducta adaptativa se relacionaron con la independencia personal y la responsabilidad social esperadas para una edad cronológica y un grupo cultural determinados. Esta distinción entre los aspectos de competencia intelectual y adaptativa siguió evolucionando después, de manera que en el año 1992 la AAMR, en su siguiente propuesta de definición del retraso mental, asignó todavía mayor relevancia a las habilidades de adaptación, especificando por primera vez diez posibles dimensiones de la misma. Es en esa propuesta cuando la discapacidad intelectual pasa a definirse no por el nivel de habilidad (o déficit) intelectual sino por el nivel de apoyos sociales o ambientales que la persona necesita.
En éste momento nos encontramos en el estado de Hidalgo, haciendo un esfuerzo por evaluar las diez habilidades adaptativas que se mencionan en la definición de 1992 y descubriendo la dificultad que ello representa.
La búsqueda del camino, nos llevó no a descubrir un instrumento que facilitara la tarea, sino, encontrar que nadie había sido capaz de hacerlo y que la AARM, ya había propuesto una nueva definición que llevaría más tarde a la misma asociación a cambiar de nombre para ser congruente con el nuevo enfoque de la discapacidad intelectual.
En la definición de 2002, se establece que tanto la capacidad intelectual como la conducta adaptativa del menor deben tener limitaciones significativas para poder diagnosticarse discapacidad intelectual, lo que conlleva la preocupación de ser rigurosos no sólo con la inteligencia, sino además con la conducta adaptativa. Pareciera que sólo se cambia de terminología, pero a diferencia de las diez habilidades adaptativas que se establecían en la definición de 1992, la conducta adaptativa cuenta con un instrumento estandarizado para su valoración.
En el presente trabajo, se pretende innovar utilizando el Inventario para la Planificación de Servicios y la Programación Individual (ICAP) , para valorar las NEE’s asociadas a discapacidad intelectual, mediante el empleo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s).
Los apoyos que ofrece la USAER están dirigidos para dar respuesta a las NEE, prioritariamente las que se asocian con discapacidad y/o aptitudes sobresalientes, mediante el acompañamiento de la escuela en el desarrollo de escenarios en donde se eliminen las barreras para el aprendizaje y la participación de los alumnos, para favorecer su proceso de integración educativa.
El presente proyecto habrá de instrumentarse en las zonas 02 y 10 de Educación Especial del estado de Hidalgo, en un esfuerzo de crear escenarios dinámicos, flexibles e innovadores que den respuesta a las NEE’s de los alumnos beneficiados por USAER 01 de Pachuca y USAER 15 de Cd. Sahagún.
En conjunto, estas USAER, atienden (entre otros alumnos con diversa discapacidad) a 42 alumnos con presunta discapacidad intelectual en 8 escuelas y en dos turnos.
Diagnosticar a una persona con discapacidad intelectual fue durante muchos años una tarea que se basaba exclusivamente en las puntuaciones obtenidas en un test individual de inteligencia aplicado por un psicólogo. Pero desde la mitad del siglo pasado se comenzó a diferenciar la competencia social de los individuos de su competencia intelectual, siendo necesaria la evaluación de ambos aspectos para poder determinar con claridad la existencia o no de discapacidad intelectual y el grado en que ésta afecta a cada persona.
Las definiciones propuestas por la Asociación Americana de Retraso Mental (AAMR) a partir del año 1983, definieron a la conducta adaptativa como “la calidad de la ejecución diaria para afrontar demandas ambientales”, y los déficit de esa conducta adaptativa se relacionaron con la independencia personal y la responsabilidad social esperadas para una edad cronológica y un grupo cultural determinados. Esta distinción entre los aspectos de competencia intelectual y adaptativa siguió evolucionando después, de manera que en el año 1992 la AAMR, en su siguiente propuesta de definición del retraso mental, asignó todavía mayor relevancia a las habilidades de adaptación, especificando por primera vez diez posibles dimensiones de la misma. Es en esa propuesta cuando la discapacidad intelectual pasa a definirse no por el nivel de habilidad (o déficit) intelectual sino por el nivel de apoyos sociales o ambientales que la persona necesita.
En éste momento nos encontramos en el estado de Hidalgo, haciendo un esfuerzo por evaluar las diez habilidades adaptativas que se mencionan en la definición de 1992 y descubriendo la dificultad que ello representa.
La búsqueda del camino, nos llevó no a descubrir un instrumento que facilitara la tarea, sino, encontrar que nadie había sido capaz de hacerlo y que la AARM, ya había propuesto una nueva definición que llevaría más tarde a la misma asociación a cambiar de nombre para ser congruente con el nuevo enfoque de la discapacidad intelectual.
En la definición de 2002, se establece que tanto la capacidad intelectual como la conducta adaptativa del menor deben tener limitaciones significativas para poder diagnosticarse discapacidad intelectual, lo que conlleva la preocupación de ser rigurosos no sólo con la inteligencia, sino además con la conducta adaptativa. Pareciera que sólo se cambia de terminología, pero a diferencia de las diez habilidades adaptativas que se establecían en la definición de 1992, la conducta adaptativa cuenta con un instrumento estandarizado para su valoración.
En el presente trabajo, se pretende innovar utilizando el Inventario para la Planificación de Servicios y la Programación Individual (ICAP) , para valorar las NEE’s asociadas a discapacidad intelectual, mediante el empleo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s).
PROPÓSITO
"Conocer en el mes de diciembre de 2009, el diagnóstico, clasificación y sistemas de apoyos, de los alumnos con presunta discapacidad Intelectual, cuyo CI sea igual o menor a 70, en las 8 Escuelas Integradoras participantes en el Programa Nacional de Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Educativa, apoyadas por las USAER 01 y 15 del Estado de Hidalgo, mediante el empleo de las TIC’s en la valoración de su Conducta Adaptativa, con el Inventario para la Planificación de Servicios y la Programación Individual (ICAP)”
ANÁLISIS
Actores: USAER 01 y 15
Beneficiarios: Alumnos con CI igual o menor a 70 de Escuelas Integradoras apoyadas por USAER 01 y 15
Contexto: Programa Nacional para el Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Educativa
Marco de Tiempo: Primer trimestre del ciclo escolar 2009-2010 (Conocer en el mes de diciembre de 2009)
Definición operacional: Empleo de las TIC’s en la valoración de la Conducta Adaptativa, con el Inventario para la Planificación de Servicios y la Programación Individual (ICAP)
JUSTIFICACIÓN
En la actualidad no existe un instrumento que valore las Habilidades Adaptativas[1] y en todo caso es artificiosa su evaluación. En el Estado de Hidalgo, por ejemplo, se tiene una relación de habilidades que se espera domine un menor a determinadas edades y de acuerdo con la definición de 1992, habrían de esperarse déficit concurrentes en al menos dos de ellas.[2] Los Asesores estatales de Psicología y de Discapacidad Intelectual, no otorgan el peso debido a la evaluación de la conducta adaptativa, pues se hayan en la dinámica de “corte” con respecto a dar como válida únicamente ésa definición y desoyen las recomendaciones del mismo autor que comento la definición de 1992 y que luego de la nueva definición replantea sus argumentos. De cualquier forma, las diez áreas mencionadas en la definición de 1992 de la AARM, han sido rebasadas por la noción de Conducta Adaptativa de la definición de 2002
Existe pues, la necesidad real de sustentar el diagnóstico de Discapacidad Intelectual, pues no basta evaluar el Coeficiente Intelectual (CI) para determinarla, hace falta documentar además, si el menor tiene limitaciones significativas en su conducta adaptativa.
La población beneficiada por el presente proyecto son en primera instancia los 42 alumnos con presunta discapacidad intelectual que son atendidos por las USAER 01 y 15 y en última instancia, según estadística final de ciclo escolar 2007-2008[3] estaríamos hablando de 1430 menores que reciben atención por algún servicio de Educación Especial ya sea en USAER o Centro de Atención Múltiple (CAM)
La importancia de implementar el proyecto tiene que ver directamente con el sustento mismo de la discapacidad intelectual. Ello estriba una gran responsabilidad puesto que es injusto a todas luces etiquetar a una persona con semejante sino. Igualmente cobra relevancia reconocer que las expectativas que el contexto deposita en una persona van de la mano de las atribuciones que consciente o inconscientemente se hace de ella. Disponer de la información justa de un alumno, no sólo es útil para su diagnóstico y expectativas, también es útil en el diseño de programas para la estimulación de las áreas débiles sobre la base de sus áreas fuertes.
El presente proyecto transformará sustantivamente la forma como se viene realizando el diagnóstico de la discapacidad intelectual, tanto por el cambio paradigmático que implica valorar la conducta adaptativa y su consideración como segundo criterio diagnóstico, como por la mejoría al incluir las Tecnologías de la Información y la Comunicación para economizar el tiempo de calificación, diversificar los procesos de capacitación en torno al instrumento, las formas de compartir la información entre los agentes, la difusión del proyecto, sensibilización con temas relativos a las Necesidades Educativas Especiales y la Discapacidad y la rendición de cuentas
De no llevarse a cabo el presente proyecto, la inercia, la apatía y el dejo con respecto a la actualización, probablemente no nos permitiría ver la gravedad que implica no asumir la responsabilidad que tenemos como profesionales de la educación. Pero más allá, es claro que vivimos en un mundo diferente al que conceptuábamos apenas el día de ayer. La sociedad se asume cada vez más como actora de su propia realidad y las asociaciones de padres abren mayores espacios de diálogo y la rendición de cuentas es, el día de hoy, política de estado. En Educación Especial no debemos, no podemos, darnos el lujo de reportar estadísticamente un número de alumnos con discapacidad sin tener las pruebas que sustenten nuestro dicho.
Si bien es cierto, no se plantea el ahorro de dinero, al llenar un vacío de conocimiento, se considera que su implementación economizará en tiempo el diagnóstico oportuno de la discapacidad intelectual, en virtud de que la valoración de la conducta adaptativa requiere no más de 20 minutos y al ser uno de los criterios diferenciales, podría obviarse la aplicación de pruebas de inteligencia si es que su único propósito fuera determinar el CI. Igualmente, al ser el ICAP un inventario autoadministrado, no precisa de retirar al alumno de su aula y puede ser aplicado por cualquier integrante del equipo multiprofesional de USAER o CAM, lo que permite a los psicólogos priorizar casos para evaluación y atención.
El ICAP proporciona una Puntuación de Escala de Independencia General que se halla conceptual y estadísticamente conectado con el Inventario y el Currículum de Destrezas Adaptativas, y que facilita la planeación y ahorra tiempo en su realización.
¿Cómo cambiará ello el aprendizaje de los alumnos? En definitiva, la valoración de la conducta adaptativa cambiará la forma cómo los docentes vemos a la discapacidad intelectual y por ende la manera en cómo intervenimos y el impacto en su educación. Hablamos de aprendizajes no exclusivamente curriculares. Pareciera contrario a los fines y principios de la Integración Educativa, pero un breve vistazo nos permite ver que no es así: Los alumnos con discapacidad comparten el plan de estudios con algunas modificaciones, contrario a lo que ocurría cuando había un currículum paralelo en nuestra modalidad educativa. Conocer los puntos débiles en su conducta adaptativa no trae consigo el ignorar su desarrollo curricular, sino que viene a complementar su formación y nos llama a la atención de aquellas destrezas necesarias para su funcionamiento en la sociedad y que inciden de ida y vuelta en su desempeño escolar.
Con respecto a la temporalidad para efectuar el proyecto, se considera que es el mejor momento pues se dispone de la asesoría y acompañamiento del grupo del diplomado; se ha contado con el desarrollo de habilidades que permitirá al líder del proyecto un mejor actuar; también luego de una larga gestión, se cuenta con un presupuesto otorgado por la Subdirección Administrativa de Educación Especial en el Estado para proyectos de innovación por $6000 y la bibliografía y materiales necesarios para su instrumentación.
Todo proyecto requiere de control externo, si es que se desea ver llevado a feliz término. Las Subdirecciones Técnica y Administrativa de Educación Especial, han otorgado las facilidades para la planeación y futuro desarrollo del proyecto. El compromiso está establecido y la calidad, vigencia y oportunidad será auditada por ambas instancias
[1] Verdugo, Alonso. Revista Siglo Cero,
Revista Española sobre Discapacidad Intelectual Vol. 34 (1), Num. 205
[2] AAMR Mental Retardation: Definition, Classification and Systems of Supports,1992
[3] http://intranet.e-hidalgo.gob.mx/seph/fc2007-2008/index.htm
Existe pues, la necesidad real de sustentar el diagnóstico de Discapacidad Intelectual, pues no basta evaluar el Coeficiente Intelectual (CI) para determinarla, hace falta documentar además, si el menor tiene limitaciones significativas en su conducta adaptativa.
La población beneficiada por el presente proyecto son en primera instancia los 42 alumnos con presunta discapacidad intelectual que son atendidos por las USAER 01 y 15 y en última instancia, según estadística final de ciclo escolar 2007-2008[3] estaríamos hablando de 1430 menores que reciben atención por algún servicio de Educación Especial ya sea en USAER o Centro de Atención Múltiple (CAM)
La importancia de implementar el proyecto tiene que ver directamente con el sustento mismo de la discapacidad intelectual. Ello estriba una gran responsabilidad puesto que es injusto a todas luces etiquetar a una persona con semejante sino. Igualmente cobra relevancia reconocer que las expectativas que el contexto deposita en una persona van de la mano de las atribuciones que consciente o inconscientemente se hace de ella. Disponer de la información justa de un alumno, no sólo es útil para su diagnóstico y expectativas, también es útil en el diseño de programas para la estimulación de las áreas débiles sobre la base de sus áreas fuertes.
El presente proyecto transformará sustantivamente la forma como se viene realizando el diagnóstico de la discapacidad intelectual, tanto por el cambio paradigmático que implica valorar la conducta adaptativa y su consideración como segundo criterio diagnóstico, como por la mejoría al incluir las Tecnologías de la Información y la Comunicación para economizar el tiempo de calificación, diversificar los procesos de capacitación en torno al instrumento, las formas de compartir la información entre los agentes, la difusión del proyecto, sensibilización con temas relativos a las Necesidades Educativas Especiales y la Discapacidad y la rendición de cuentas
De no llevarse a cabo el presente proyecto, la inercia, la apatía y el dejo con respecto a la actualización, probablemente no nos permitiría ver la gravedad que implica no asumir la responsabilidad que tenemos como profesionales de la educación. Pero más allá, es claro que vivimos en un mundo diferente al que conceptuábamos apenas el día de ayer. La sociedad se asume cada vez más como actora de su propia realidad y las asociaciones de padres abren mayores espacios de diálogo y la rendición de cuentas es, el día de hoy, política de estado. En Educación Especial no debemos, no podemos, darnos el lujo de reportar estadísticamente un número de alumnos con discapacidad sin tener las pruebas que sustenten nuestro dicho.
Si bien es cierto, no se plantea el ahorro de dinero, al llenar un vacío de conocimiento, se considera que su implementación economizará en tiempo el diagnóstico oportuno de la discapacidad intelectual, en virtud de que la valoración de la conducta adaptativa requiere no más de 20 minutos y al ser uno de los criterios diferenciales, podría obviarse la aplicación de pruebas de inteligencia si es que su único propósito fuera determinar el CI. Igualmente, al ser el ICAP un inventario autoadministrado, no precisa de retirar al alumno de su aula y puede ser aplicado por cualquier integrante del equipo multiprofesional de USAER o CAM, lo que permite a los psicólogos priorizar casos para evaluación y atención.
El ICAP proporciona una Puntuación de Escala de Independencia General que se halla conceptual y estadísticamente conectado con el Inventario y el Currículum de Destrezas Adaptativas, y que facilita la planeación y ahorra tiempo en su realización.
¿Cómo cambiará ello el aprendizaje de los alumnos? En definitiva, la valoración de la conducta adaptativa cambiará la forma cómo los docentes vemos a la discapacidad intelectual y por ende la manera en cómo intervenimos y el impacto en su educación. Hablamos de aprendizajes no exclusivamente curriculares. Pareciera contrario a los fines y principios de la Integración Educativa, pero un breve vistazo nos permite ver que no es así: Los alumnos con discapacidad comparten el plan de estudios con algunas modificaciones, contrario a lo que ocurría cuando había un currículum paralelo en nuestra modalidad educativa. Conocer los puntos débiles en su conducta adaptativa no trae consigo el ignorar su desarrollo curricular, sino que viene a complementar su formación y nos llama a la atención de aquellas destrezas necesarias para su funcionamiento en la sociedad y que inciden de ida y vuelta en su desempeño escolar.
Con respecto a la temporalidad para efectuar el proyecto, se considera que es el mejor momento pues se dispone de la asesoría y acompañamiento del grupo del diplomado; se ha contado con el desarrollo de habilidades que permitirá al líder del proyecto un mejor actuar; también luego de una larga gestión, se cuenta con un presupuesto otorgado por la Subdirección Administrativa de Educación Especial en el Estado para proyectos de innovación por $6000 y la bibliografía y materiales necesarios para su instrumentación.
Todo proyecto requiere de control externo, si es que se desea ver llevado a feliz término. Las Subdirecciones Técnica y Administrativa de Educación Especial, han otorgado las facilidades para la planeación y futuro desarrollo del proyecto. El compromiso está establecido y la calidad, vigencia y oportunidad será auditada por ambas instancias
[1] Verdugo, Alonso. Revista Siglo Cero,
Revista Española sobre Discapacidad Intelectual Vol. 34 (1), Num. 205
[2] AAMR Mental Retardation: Definition, Classification and Systems of Supports,1992
[3] http://intranet.e-hidalgo.gob.mx/seph/fc2007-2008/index.htm
ACTIVIDADES
Resultados esperados | Actividades | Actores | Semana | Recursos |
21 elementos de personal capacitados en las características del paradigma planteado por la AARM | Webquest “Análisis de la definición de 2002 de la Asociación Americana de Retraso Mental” | Equipo multiprofesional Usaer 01 Equipo multiprofesional Usaer 15 | 1er semana de septiembre | Aulas de medios de Escuelas Integradoras Conexión a Internet |
21 elementos de personal capacitados en la valoración de la Conducta Adaptativa | Taller “Inventario para la planificación de servicios y la planificación individual (ICAP)” | Equipo multiprofesional Usaer 01 Equipo multiprofesional Usaer 15 | 2ª semana de septiembre | Laptop Cañón Presentación Electrónica Montero, D. (1996): Evaluación de la conducta adaptativa en personas con discapacidades. Adaptación y validación del ICAP. Bilbao, Mensajero Inventarios Lápices, bolígrafos, reglas, marcatextos |
Un Instrumento informatizado para la calificación | Programación de base de datos y fórmulas de puntuaciones del ICAP | Líder de proyecto Psicóloga Mariana Abogado Cuenca Secretaria María José Soto Mejía | 3ª y 4ª semana de agosto | Laptop Microsoft Office Excel Montero, D. (1996): Evaluación de la conducta adaptativa en personas con discapacidades. Adaptación y validación del ICAP. Bilbao, Mensajero |
Versión Electrónica del ICAP | Creación de ICAP beta | Líder de proyecto Psicóloga Mariana Abogado Cuenca Secretaria María José Soto Mejía | 3er semana de septiembre | Laptop Montero, D. (1996): Evaluación de la conducta adaptativa en personas con discapacidades. Adaptación y validación del ICAP. Bilbao, Mensajero |
8 alumnos valorados y 8 criterios diagnósticos validados o descartados | Valoración colegiada de un alumno por Escuela Integradora (8 en total) | Docente de apoyo, equipo multiprofesional y líder de proyecto | 4ª semana de septiembre y 1ª de octubre | Montero, D. (1996): Evaluación de la conducta adaptativa en personas con discapacidades. Adaptación y validación del ICAP. Bilbao, Mensajero Inventarios Lápices, bolígrafos, reglas, marcatextos |
21 elementos de personal capacitados | Capacitación en el uso de ICAP beta | Equipo multiprofesional Usaer 01 Equipo multiprofesional Usaer 15 | 2ª semana de octubre | Aulas de medios de Escuelas Integradoras ICAP beta |
2 servicios que comparten experiencias | Creación de blog por Servicio | Equipo multiprofesional Usaer 01 Equipo multiprofesional Usaer 15 | 3er semana de octubre | Aulas de medios de Escuelas Integradoras Archivos electrónicos 2 Blog’s |
Una cuenta disponible para seguimiento de alumnos valorados | Creación de cuenta en Google Docs | Equipo multiprofesional Usaer 01 Equipo multiprofesional Usaer 15 | 3er semana de octubre | Laptop Conexión a Internet Dirección de Correo Electrónico |
Cuenta de Slideshare | Creación de cuenta para compartir presentaciones electrónicas y posterior radicación | Líder de proyecto | 3er semana de octubre | Laptop Conexión a Internet Dirección de Correo Electrónico |
Cuenta de youtube para subir videos del proyecto | Creacion de cuenta en Youtube | Líder de proyecto | 3er semana de octubre | Laptop Conexión a Internet Dirección de Correo Electrónico |
34 alumnos valorados y 34 criterios diagnósticos validados o descartados | Evaluación autoadminstrada de ICAP por cada docente en ambos servicios (un alumno en promedio por semana) | Docentes de apoyo con acompañamiento de Equipo Multiprofesional y asesoría de líder de proyecto en caso necesario | 4ª semana de octubre a 4ª semana de noviembre | Inventarios y/o Aula de medios donde se disponga de ella y/o laptop personal Lápices, bolígrafos, reglas, marcatextos Direcciones de correo electrónico Conexión a Internet |
4 videos alusivos al proyecto | Elaboración de Videos con experiencias y contenidos del proyecto: · Definición 2002 de la AAMR sobre Discapacidad Intelectual” · “Valoración de la Conducta Adaptativa” · “Compartiendo experiencias en la aplicación del ICAP” | Equipo multiprofesional Usaer 01 Equipo multiprofesional Usaer 01 | 1ª a 4ª semana de noviembre | Guiones Videocámara Laptop Microsoft Moviemaker |
4 videos publicados | Publicación de videos | Líder de proyecto | 1er semana de diciembre | Laptop Conexión a Internet Cuenta de Youtube |
Evaluación del proyecto por los pares involucrados | Coevaluación | Equipo multiprofesional Usaer 01 Equipo multiprofesional Usaer 15 | 1er semana de diciembre | Equipo de cómputo Conexión a Internet |
Informe de proyecto | Elaboración de Informe, y presentación de resultados y productos del proyecto | Líder de proyecto | 2ª semana de diciembre | Laptop Base de datos Microsoft Office Power Point Archivos electrónicos |
Evaluación externa del proyecto | Heteroevaluación | Subdirectoras Técnica y Administrativa de la Dirección de Educación Especial en el Estado de Hidalgo | 2ª semana de diciembre | Laptop Cañón Presentación electrónica Videos y evidencias Informe |
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Datos personales
- Guillermo Eduardo
- Director de USAER 34 de Apan, Hgo. y docente de apoyo en USAER 15 de Cd. Sahagún. Orientador educativo de la Escuela Preparatoria Regional de Otumba por 16 años.